martes, 3 de enero de 2012

You reap what you sow.

Tres de Enero.  Hace un año este día estuvo lleno de matices; verano sin clases, torta de cumpleaños, honestidad y (lo que parecía ser) alegría. Hoy todo parece TAN distinto: en Chile están en clases, la gente se olvida (o actúan como si tal) y yo estoy en otro país, pero siempre con la mente en Santiago y en un mail que -innecesariamente- necesito escribir. Se me agota el día y creo que finalmente terminaré diciendo lo que tengo en la punta de la lengua, de los dedos y del corazón. Por otro lado, es cosa de cortesía y educación. Uno no olvida, quizás tampoco perdona, pero intentemos ser buenas personas, total el tiempo pasa y las cosas mejoran, no? He tenido mucho tiempo para reflexionar entre el trabajo y las compras, entre paseos y conversaciones. También he tenido sueños reveladores que asustan, pero que, a la larga, no son más que sueños. Cresta que me tuve que venir lejos para pensar hueás.

La pega está tranquila esta semana. La próxima es el Sundance Festival, y luego el spring break de los gringos, así que ahí se pondrá bueno el asunto. Por ahora lo pasamos bien y gastamos plata para luego arrepentirnos.

PS: edito este texto para decir: mátate, no haré ni una hueá.

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