jueves, 19 de diciembre de 2013

Memyself&I

Ayer, hablando con una amiga, me di cuenta que llevo mucho rato ahogándome en un vaso de agua. Digamos que son cosas que uno haría a los 16, o a los 18, quizás hasta en los 20, pero no a mis 24 años. 

Siempre fui muy fiel al creer en las promesas que te venden los medios: el matrimonio, la familia feliz, el alma gemela, y el amor que dura para toda la vida. Y no puedo mentir al decir que nunca he puesto el 110% en cada una de mis relaciones para que tuvieran un final feliz. O sea, para que en realidad jamás terminaran. Pero la vida me dio otras sorpresas. Me ha dado salud, una familia maravillosa, una carrera que casi termino, y muy buenos amigos. Pero, amentablemente (y si es que es lamentable en verdad), nunca me ha dado suerte en el amor. Siempre me patean. Siempre se van. Bueno, big deal. De todas formas eso no ha hecho que pierda las esperanzas en algún día encontrar a alguien que no tenga miedo de quedarse. Si me he vuelto un tanto grinch porque obviamente es difícil estar rodeada de parejas felices con planes de casarse y blabla. Pero bueno, such is life.

Hace 7 meses que no soy feliz. Hace 7 meses lloro por una persona que debió salir de mi vida en el mismo instante que esos 7 meses empezaron. Es complicado cuando tu cabeza quiere dejarlo ir, pero tu corazón no. Es difícil vivir con la ínfima esperanza de que va a volver a ti y se dará cuenta que te ama. Es difícil despertar, ver el teléfono y que no haya nada. Pero así voy sumando día a día hasta que me doy cuenta que POR SUPUESTO que él no es la persona indicada para mi. Quien te hace sufrir no puede hacerte feliz. Y esto sólo lo escribo porque claramente no lo siento en este momento, pero espero poder hacerlo pronto, cuando despierte. 

La persona indicada para ti debe respetarte, amarte, quererte, extrañarte. La persona indicada jamás debe abandonarte en momentos difíciles, pero, por sobre todo, jamás debe alejarte durante sus momentos más complicados. Sé que todos tenemos una persona con esas características, por ahí debe andar buscándonos, debe ser cosa de tiempo. 

Muchas veces he pensado que he encontrado a esa persona, pero siempre me terminan decepcionando. De todas maneras no pierdo para nada las esperanzas porque me considero una mina buena. No es por subirme el ego, pero básicamente soy una mujer de la que vale la pena enamorarse, y al que no le guste me puede patear, está claro.

Tengo toda la fe puesta en el año que viene. Es un año de muchos cambios; al fin termino la universidad, quiero planear viajes, quiero pensar que algún día podré irme de este país y dejar toda la basura que me ha amargado mis mejores años. También planeo disfrutar mucho a mis amigos, conocer gente, seguir mejorando en CrossFit para obtener resultados. Quiero que este 2014 sea para mi y sólo para mi. Quiero llorar de la risa, quiero salir, quiero sacarme la mugre y a final de año poder sonreír y decir que le pateé el trasero al 2013. 

Porfa, Karla, lee esto nuevamente en Marzo y ríete de lo weona que fuiste, para nunca serlo otra vez :)

sábado, 19 de octubre de 2013

Cuán difícil es dejar ir a alguien, tener que revivirlo una y otra vez, y nunca poder lograrlo... Yo me considero una persona super madura, pero de repente, con estos asuntos, me siento una cabra chica de 15 ahogándome en un vaso de agua. Sobre todo cuando no es mutuo. Porque nunca lo es. Eres sólo tú rogándole a la vida que se te salga la mierda de la cabeza y así poder recordar como era tu vida antes de toda la basura que sientes ahora.

Lo que se viene para mi desde ahora es inevitable. Será revivir día tras día las cosas que hice en esta misma fecha hace un año, y tendré que aguantarme porque así son las cosas. Porque, por alguna razón, no puedo sacarme esto de la mente. La verdad estoy cansada. Cansada de mi misma, de llorar, de no decir las cosas, de no ser honesta conmigo por miedo. Pero otra verdad también es que he perdido la mitad de este año lamentándome por alguien que ya no me quiere. No suena grave si lo escribo en realidad. Pero es cierto. Y es que yo tampoco sé si lo quiero. Sólo sé que lo extraño. Que extraño todo lo que hicimos. Y que me da mucho miedo no poder vivirlo con nadie más. Nunca más. Que nadie me vuelva a prometer lo que él prometió. No volver a hacer planes. Que nadie quiera una vida conmigo. Porque la verdad es que me da miedo estar sola. Y es una lata cuando nadie aprecia lo que eres capaz de hacer por amor.

Ahora, es bien cierto que no se puede obligar a amar. Y que yo me sentiría como el pico si fuera yo la que tuviera que aguantar mis arranques de despecho y celos cuando ya ni siquiera se está juntos. Pero también es cierto que no es sano ilusionar a alguien. Ni tampoco ilusionarse a uno mismo. Esperaba que a mis 24 años ya sabría como hacer las cosas y aprender a no confiar taaaanto cuando te dan todas las señalas para que no lo hagas. Supongo que uno nunca cambia su esencia, y la mía es ser particularmente buena, ingenua y weona. 

El dolor que siento es un dolor extraño. Es cuando la otra persona ya no se preocupa por ti. Esa persona que meses atrás te prometió la vida. Entonces por qué no olvidar? Recordé una escena de 500 Days of Summer (horrible recurso, lo sé) donde una cabra chica (como siempre) aconseja al adulto tonto grave (como siempre:

"Look, I know you think she was the one, but I don't. Now, I think you're just remembering the good stuff. Next time you look back, I, uh, I really think you should look again."

Pucha que es cierto. O sea, yo pienso en todo lo malo y los insultos y los mensajes y los correos y las lágrimas y es una gran mierda. Pero pienso en todo lo demás; en los viajes, las sonrisas, las palabras. Pienso en el amor. Y se me rompe el corazón una vez más.

Sinceramente espero nadie esté leyendo esto porque es una basura. Yo soy una basura por seguir dándole al tema cuando ya a nadie le importa. Así que, pucha, veré 500 Days of Summer otra vez y trataré de ser menos Tom y más Summer para ver la vida con otros ojos, y así algún día dejar de llorar y reírme de este post cuando lo lea años después. Por favor que así sea.

martes, 10 de septiembre de 2013

La vida después de la vida.

Por ahí reflexionando sobre el futuro y esas cosas de "grande" se me vino a la cabeza lo que me dice mi hermano cada vez que nos vemos: "Y, ¿Qué  vas a hacer cuando termines la U?" Se me ocurrieron varias respuestas, pero siempre vuelvo a la misma: NO LO SÉ. Porque claro, tengo muchas ideas o, más bien, tengo un plan: Egresar, trabajar un par de años, juntar plata y experiencia, y finalmente virar lejos. Muy lejos. La verdad es que nunca me vi trabajando en Chile, es como lo que me tocó no más, pero si fuera por mi me iría ahora mismo. No tengo nada que me ate a este lugar (bueno si, mi mamá, pero me la llevo porque uña y mugre), no siento la necesidad de aferrarme a Santiago, conocer un tipo, casarme, trabajar, tener hijos, etc. O sea claro que quiero todo eso, pero lo quiero con alguien que quiera las mismas cosas, que me diga "Casémonos y vámonos a vivir a Finlandia". Así de arriesgado. Dispersa much? Probablemente, pero en mi mente siempre tuve la idea de vivir en otro lado, en otra cultura, donde nadie me conociera, donde pudiera empezar desde cero y todas esas cosas que lees en libros y ves en películas.

A mis 24 años siento que he vivido mucho. No tuve una adolescencia fácil y me tocó madurar muy rápido. Me han hecho daño y he confiado de más. Pero también lo he pasado bien. Viví en Estados Unidos un tiempo, me di el lujo de poder estudiar lo que me gusta, tengo muy buenos amigos y bueno, la vida en si es buena. Pero me siento cansada mentalmente, me urge cambiar de aire, de círculos, de rutinas. Dentro de todo lo extrovertida que soy a veces, en el fondo soy una persona muy piola y "livianita de sangre", como dirían. Me guardo todo y creo que es eso lo que me ha llevado a pensar que mi vida sería mejor en otro país, otro continente, otra tierra, donde pudiera hacer lo que quisiera. Eso aparte de que nunca me gustó Chile, ni su gente, ni su clima, ni vivir lejos de todo. Y ni ahí con que me tilden de antipatriota porque vivan las fiestas patrias.

A lo que voy es que cada uno tiene su cuento. Tengo compañeros que entraron a la universidad casados, o con hijos, o viviendo con sus parejas, o haciéndose cargo de una familia entera por a b o c motivo. Esas cosas te amarran. Y, pucha, yo siento la necesidad enorme de no atarme a nada que no me potencie (y que sea mutuo, obvio). Al final terminé siendo una amargada que por culpa de cierta gente piensa que la vida es mejor así. Y en estos casos es cierto, porque te da la libertad de planear, de salir, de conocer, de abrir la mente y salir de la burbuja. Y la mejor forma de lograr eso es o hacerlo sola o hacerlo con alguien que quiera las mismas cosas, que se arriesgue, que diga 'Fuck it, life's too short to care".

Y no importa si es pronto o no. Lo importante es hacerlo, que no quede sólo en palabras. La vida da muchas vueltas, pero let's face it: el 80% de lo que nos ocurre es gracias a nosotros mismos, nuestros actos y decisiones.

Así que por ahí vuelvo a escribir en este blog desde otro huso horario y se sorprenden un poquito.

sábado, 24 de agosto de 2013

Mi pequeño aporte al mundo: Videojuegos.

  Hoy voy a hablar de videojuegos. De los que conozco al menos, que es como el 1% de la vida. ANYWAYS. Hace casi tres semanas mi hermano me regaló la PS3 que tanto le pedí desde onda hace ene tiempo más un día. Porque entre que le hinché las pelotas por un iPod, una 3DS o una PS3, él creyó que la última era más rentable para mi (y para él cuando tuviera ganas de un PES). De todas formas, la pedí casi exclusivamente por una razón: THE LAST OF US. 

  Mi visión y conocimiento respecto a los videojuegos son bien limitados, y más bien se remiten a jugar Mortal Kombat en PC, Mario Kart en un Nintendo 64, y uno que otro Assassin's Creed en XBox hace chorrocientos mil años. Ahora, y a mis 24 años, varios caminos -muy whatever como para hablar de ellos- me han llevado a probar como nunca el sillón del living y crear el ambiente adecuado para prender la consola, que sería más o menos así: Vaso de jugo, cerrar las cortinas, prender la estufa, cambiar de sillón cada una hora, y no pescar whatsapp/facebook/etc.


 


  Ahora, ¿Por qué The Last of Us? (Y esto es spoilerfree). Lo primero que se me viene a la mente es "WHY THE HELL NOT?" para luego responder lo siguiente: Obviamente el hype entorno a este juego es grande. Inmenso. Colosal. 

  Yo ya había jugado el primer Uncharted, así que tenía una idea sobre cómo enfrentar este juego de los queridos Naughty Dog. Sin embargo, y siendo bien sincera, me topé con algo que jamás imaginé. Una obra de arte llena de colores, sonidos, emociones, miedo, y angustia. Porque no miento si digo que tenía que jugar con la luz prendida, nunca de noche, y siempre tratando de pensar fríamente. Pero es imposible. El juego está lleno de mini-misiones que me sacaron más de una cana verde. Literalmente me sentaba a putear la tele y a pedirle ayuda a jugadores amigos porque no podía ser que con cinco balas tuviera que matar a 10 milicos y 4 infectados. Pero la angustia no se limitaba a las escenas de violencia, sino que se expandía a todo. La relación entre los protagonistas (Joel y Ellie) te llega directamente al corazón. Sin darte cuenta te ves atrapado en escenas de llanto y compasión, temes mucho por sus vidas y quisieras que no tuvieran que pasar por todas esas desgracias. Quisieras salvarlos y llevarlos directamente a su destino pero, oh wait, ¿Qué destino? ¿Y por qué? Eso lo sabrá sólo si lo juega. Y no lo digo yo, una newbie, lo dice TODO EL MUNDO.




  Sufrí mucho cuando terminé ese jueguito. Quise jugar la opción newgame+ enseguida, pero un consejo: dense un break. El nivel de estrés alcanzado es bastante alto y es recomendable relajar el cuerpo y la mente con algo más light. Podría ser su indie game piola, o su partida con Ezio Auditore. Y es que le tengo mucho cariño a Ezio, porque pese a que lo conocí en una XBox (bastante desagradable para mi), no puedo sino agradecerle todas las tácticas de parkour que aprendí y que he aplicado a otros juegos.

  Desde el año pasado y hasta el día de hoy, cada miércoles visito a mis abuelos sagradamente. Almorzamos tranquilitos y luego yo me retiro al segundo piso, lugar donde se encuentran los headquarters de mi hermano mayor. Y es que desde que me enseñó a usar la consola, para mi no era complicado armarme un panorama para la tarde: Assassin's Creed I, II, III, etc. Bring it on. Una trilogía (la de Ezio al menos) simple, algo monótona, piola. No requiere mucha habilidad y estrategia más que aprender a pasar piola entre la gente y CORRER CORRER CORRER. La mitad del juego corriendo y la otra corriendo, pero sobre los techos de la ciudad. Lo hermoso de esos juegos es el setting. Pueblos Italianos del siglo VI. Iglesias. Campos. Vestidos grandes y armaduras. Personajes históricos y acentos. Pequeños detalles que llegan a tu corazón.
  
  Debo decir también que en su momento probé un Call of Duty, así como el Battlefield 3, pero soy muy nena para que los juegos que no sean de un sólo jugador, y para qué hablar de mi puntería. Pero I'm working on it.


  Actualmente me encuentro jugando Machinarium (juego piolísimo de estrategias, te hace pensar mucho, es bien amoroso y NECESITO retomarlo), Guacamelee! (MARAVILLOSO juego ambientado en México, muy simpático y rápido) y el Uncharted 3 porque Nathan Drake <3

PD: The Last of Us es TAN completito y hermoso que hasta su banda sonora debe ser rescatada por separado. Está compuesta por el sorprendente Gustavo Santaolla y, sinceramente, se roba el 51% del juego. Porque ¿Qué es una escena de balazos van balazos vienen sin su emocionante música de fondo?




lunes, 12 de agosto de 2013

sábado, 3 de agosto de 2013

"Sabes lo que te hará bien? Ve esta serie"

Cuando uno se enfrenta a ciertos tropiezos en la vida, generalmente se trata de buscar algo que ayude a sobrellevar la situación. Algunos empiezan a tomar más de la cuenta y otros se buscan un hobby. Yo veo series. Si, series, porque qué más gratificante que envolverte en las vidas ficticias de personajes que amarías conocer en la vida real. Y cuando una serie te envuelve de verdad, se nota; horas viendo un capítulo tras otro, esperar sagradamente el episodio semanal, y amenazar con pena de muerte virtual a quién se atreva a spoilear en tu presencia. 

Hace dos años sufrí un quiebre amoroso muy serio. Lo pasé horrible, pero dentro de ese 'luto', alguien me dijo "ve esta serie, te hará bien". Ingenuamente pensé que se trataba de una comedia tipo Friends (que me encanta) o algo policial del tipo CSI. Pero no, era American Horror Story, una serie de terror y suspenso, dirigida -curiosamente- por Ryan Murphy (creador de Glee). Y me encantó. 


Encontrar ese tipo de series donde realmente no te identificas con nadie, pero a la vez sientes que los conoces a todos no es fácil. El suspenso de no saber lo que va a pasar, cuando finalmente ocurre lo peor que pudiste imaginar. Y fue así como seguí semana a semana cada episodio, hasta que se acabó. Posteriormente fue un año lleno de vacíos (no shit). Esperar a la segunda temporada fue terrible y excitante a la vez. Y así llegó el año 2012 y me devoré los capítulos. Lo que más rescaté fue que eran los mismos personajes dentro de una historia completamente nueva, y estaba tan bien hecha que jamás se cruzó por la cabeza un comentario del tipo "Pucha, me gusta como hace de monja, pero en la temporada anterior le salía mejor el personaje de nana". JAMÁS. Then again, la temporada volvió a agotarse y aquí estoy, esperando otro año entero para la tercera entrega que, nuevamente, es totalmente diferente a las anteriores.



Ahora, Breaking Bad. Esto deberé comenzarlo con un gran ASKDAFLKFASDJADKAJHD. Porque si, comencé a verla hace pocos días. Y es que no sé cómo pude vivir cinco años sin darme el LUJO de ver esta maravilla. Bueno, hace poco me rompieron el corazón otra vez. La historia de mi vida PERO que finalmente me hace encontrar estos tesoros. No me arrepiento un minuto de haber pasado por todo eso si me iba a llevar al encuentro con Walter White. Estoy TAN atrapada en la historia que me devoré las dos primeras temporadas en dos días. Me quedan dos más, y luego la primera mitad de la quinta, que está dividida en dos. Mi meta es hacerlo todo antes del 11 de Agosto y así estar al día cuando empiece la segunda mitad de la ÚLTIMA temporada :( Así es la cosa, la empecé a ver recién y ya se acaba. Oh well, my fault.

Bottom line de este mini post is, hay pocas cosas en la vida tan saludables y enriquecedoras como es enfocarte en una serie, y vivir tu vida a través de ella. Porque es más que un hobby o un capricho. Es como una droga, pero de esas buenas, esas que te hacen conocer gente que también la siga, y que te dan motivos para sobrevivir la semana porque sabes que pronto llegará el día del episodio nuevo. No voy a recomendar esta serie porque TODO el mundo la ha visto, no culpo a nadie por mi severo caso de lag.

Also, un gif de Friends porque FRIENDS.


lunes, 29 de julio de 2013

"Mamá, no quiero ser profe de Inglés"

Warning: entrada muy personal. Also, muy fome.

Hay muchas cosas que no tengo claras en la vida, y no son del tipo "¿Dios existe?", "¿Quién soy?", "¿Por qué J.K.Rowling no mató a Harry en el último libro?", sino más bien: ¿Qué quiero ser cuando grande?... Si, cuando grande. Porque a mis 23 años siento que aún no sé nada sobre el futuro y no me siento preparada para enfrentar la adultez per se. Llevo casi cuatro años en la Universidad (sin contar el semestre gratuito que me llevé de otra carrera) y presiento que si me dejaran egresar hoy, probablemente me quedaría en un rincón llorando y pensando que mi futuro está en algún puesto de trabajo del Casa&Ideas. 



Como algunos -o nadie- sabrán, yo estudio una licenciatura. Meaning no tendré título universitario como aquellos que estudian Traducción o Pedagogía en x idioma. Ahora, yo no tengo problemas con eso. Mi querida Universidad ofrece sacar la pedagogía en un 1.5 años extra, y también puedes optar a otras universidades donde ese tiempo adicional es menos (1 años en la PUC, lo mismo en la UAH, etc). Pero a nadie le dicen que la pedagogía es sólo para hacer clases en colegio y yo, definitivamente: NO. TENGO. PACIENCIA. Amo a los niños y todo, pero ¿Te has sentado a hacerle una clase a un pequeño de 10 años? Valor. Yo no puedo. Pero institutos y universidades? Empresas y mineras? Now we're talking. Y eso me adentra en la verdadera -SI- razón de este post:

¿Profesión o vocación?

Mi experiencia debe ser muy parecida a la de muchos otros, así que me limitaré a hablar de los estudios superiores. Entrar a la u es otro cuento, sobre todo porque es, finalmente, la etapa más feliz de tu vida: estás estudiando lo que te gusta, donde tu elegiste hacerlo, donde la malla te llamó más la atención, donde hay gente como tu y ya no eres el geek de la clase. Compras tus calculadoras, diccionarios, lápices y cuadernos con portada de superhéroe. Ordenas la mochila la noche anterior y a la mañana siguiente te levantas una hora antes debido a la emoción que sientes (y porque los tacos pueden atrasar tu viaje). Llegas a tu nueva facultad con cara de newbie, sabes que todos te apuntan y dicen "Debe ser mechón", pero no te importa. Buscas tu sala y estratégicamente te sientas donde el profesor te pueda ver, mas no seas la primera persona que vea al momento de hacer una pregunta. Al momento después llega el profesor y les dice, "Buenos días, mi nombre es whatever-his-name-is y les vengo a decir que a mi no me gusta hacer esta clase, pero trataremos de aprender lo mejor posible...". Dicho esto, tomé mis cosas y me fui de la sala... bullshit. No me fui, pero esto sí pasó. Un momento infinitamente LOL mezclado con WTF. Porque yo no tengo becas (y aunque las tuviera) y no me parece invertir mi dinero (¿Es la educación un bien de consumo?) en alguien que no hará bien su pega (porque por eso le pagan al final de cada mes). Me parece absurdo que existan personas así, que seguramente dejaron pasar el tiempo y estiman más conveniente maltratar psicológicamente al alumno que adoptar un mejor approach para mejorar el aprendizaje. 




Las consecuencias de la mala calidad docente

Y pensemos que un mal profesor no sólo se traduce en malos resultados. Un mal profesor puede también estimular negativamente a alguien que estaba dispuesto a aprender. La mala voluntad respecto a enseñar, o a la forma de hacerlo, puede terminar con un alumno detestando la clase o, peor aún, detestando el ramo. A mi me pasa que, por ejemplo, que me gustan ciertas áreas de mi carrera. No me gusta la literatura que enseñan, pero sí la lingüística y todo lo que conlleva. Sin embargo, tuve y sigo teniendo una profesora bastante deficiente. Ese es otro tema de las universidades públicas o, más bien, de las facultades menos rentables que, por ende, reciben menos presupuesto para solventarse. Tener el mismo profesor para dos o tres ramos es un desgaste tanto para él mismo como para el alumno. Ahora bien, esta profesora puede ser sequísima en ciertas áreas, puede saber lo básico, hasta puede hablar Inglés bonito, pero tiene 0 vocación. ¿Por qué lo digo? Porque un buen profesor debería preparar sus clases con anticipación, donde lo más importante es el aprendizaje del alumno, y no dedicarse a que el alumno le arme la clase para que ella pueda tener material para clases futuras. Esto es de suma importancia si tienes esa clase sólo una o dos veces por semana. Poco a poco se va creando un vacío tremendo que culmina con malas notas al final del semestre, o una sensación de tiempo perdido. ¿Qué aprendí? Verdaderamente no lo sé, pero seguramente lo puedo resumir leyendo un libro de la materia en vez de pasar un semestre en una sala de clases calentando el asiento.

Por estas razones -y por otras más que no vale la pena dar porque aaaahhh- es que, sinceramente, lo más justo para el mundo que yo no sea la culpable de moldear equivocadamente la frágil mente de un infante. Sobre todo en un segundo idioma, donde la base del conocimiento es primordial. Es por esto que prefiero seguir con mis películas en inglés, mi música en inglés, mis juegos en inglés, mis series en inglés, y mi espacio para remoldear mentes adultas que puedan aguantar mis malas caras cuando no aprenden algo a la primera. 


sábado, 27 de julio de 2013

Haciendo memoria, me doy cuenta que tengo muchos traumas relacionados al cine y la televisión. Y es que cuando niños estamos expuestos a mucha información que, para bien o para mal, guardamos en nuestras cabezas y asociamos a miedos que duran, bueno, toda la vida.



A mis 7 u 8 años recuerdo haber estado en casa de mis abuelos con mi hermano (de ese entonces 12) viendo Stephen King's It. La teníamos en 3 o 4 cds en formato VCD, puesto que tiene una duración de 3 horas y 12 minutos, y nos CAGÁBAMOS de miedo (perdonando mi Francés). Cómo diría Kevin McCallister en Home Alone 2: ¡QUÉ BARBARIDAD!. La Coulrofobia (miedo a los payasos) es sin duda un mal a nivel mundial, que si es expuesto a este combo de novela + película seguramente matará en vida a más de un alma.



La famosa imagen del padre Merrin llegando a la casa de la poseída Regan McNeil no deja indiferente a nadie. Nunca. Jamás. Y es que El Exorcista es sino una de las películas más terroríficas del género. Filmada en 1973, fue objeto de muchas controversias y censuras. Personalmente, la vi por primera vez a mis 14 años. Mi papá nos llevó a mi hermano y a mi al Alto Las Condes para que viéramos el remake de la película, que traía "dos escenas nunca antes vistas". A pesar de ser rated 18+, me dejaron pasar a verla y OH DIOS CÓMO SUFRÍ. No estaba preparada. "Son sólo efectos especiales..." NO ME IMPORTA. Recuerdo que tenía tanto miedo que casi llegando al final usé la excusa del baño para esconderme y esperar que todo terminara. Volví al rato y ya estaban los créditos que, cómo si fuera poco, también me terminaron por traumar de por vida. Jamás olvidaré la canción de fondo... One More Time de Daft Punk. Y U DO THIS.



Clásico de clásicos. ¿Le Temes a la Oscuridad? fue una serie emitida por Nickelodeon durante 10 años. Si. Diez. Ni yo lo recordaba. Todo el ambiente que rodeaba la narración de las historias (niños, una fogata, noche... y oscuridad, duh) le daba el toque necesario para asustarnos en nuestras camitas. Recuerdo que AMABA verla, más tengo random recuerdos de algunos episodios, como por ejemplo: una niña fantasma que dejaba escritos en las paredes, la chica que pintaron como muñeca y quedó así, el ropero mágico en la tienda de disfraces, la cubeta que siempre apagaba la fogata al término del capítulo y, por supuesto, la aparición de un pequeño Ryan Gosling. Y para alegría de todos nosotros, las 7 temporadas se encuentran disponibles en the maravillosest Internet.




Willy Wonka (DA REAL Willy Wonka) era the creepiest tipo de su época. Y no sólo por su absurda vestimenta, si no porque... spoiler. Big time. Si no la ve aún, hágalo. No se quede con la idea de Johnny Depp regalando el golden ticket y blabla. El remake está bien para verlo un sábado en la tarde comiendo pizza con los primos chicos, pero la original es digna de una maratón del terror con las amigas comiendo chatarra. O con los amigos tomando cerveza. Y es que el desenlace de la película es tan pero TAN inesperado que te deja pasmado un buen rato. Sobre todo porque la pintan como una película para niños, netamente porque es mmm, bueno, una fábrica de chocolates. La vi una sola vez cuando era muy chica, y nunca más. Entre la extraña imagen de los oompa loompa y los pobres niños, juro por Zeus que hay que ser un cachín valiente para verla otra vez. Willy Wonka and the Chocolate Factory es todo menos una película para niños.

Dentro de todas mis mañas, ser miedosa y llorona es sin dudas producto de una infancia acompañada de estas películas y series, dentro de muchas otras. Será que la curiosidad y el morbo es más fuerte? Sea como sea, dan susto, pero son un mega MUST.

Y recuerda... todos flotan.



jueves, 25 de julio de 2013

Porque todo es más simple con gifs

Cuando despiertas y sabes que tienes que estudiar


Cuando quieres convencerte de que estás estudiando lo que quieres


Cuando te llega un mensaje por WhatsApp, pero no el que esperabas


Cuando la persona que te gusta no te pesca 


Cuando vas a cargar la bip y te das cuenta que ya tenías saldo. Y mucho.


Cuando vas a una fiesta y todas tus amigas van con sus pololos...


Cuando se sube un payaso a la micro y te mete conversación


Cuando terminan contigo



Cuando escogen al azar para presentar frente al curso... y el primer nombre es el tuyo


Cuando usas las redes sociales para descargarte y tirar palos 



Cuando decides hacer público tu blog personal, como yo







The I'm-Never-Going-To-Listen-To-This-Song-Again List

Las experiencias de vida nos marcan de muchas formas, y a través de muchos factores: aromas, lugares, fechas, momentos, y la música no es ajena a esto. Todos tenemos canciones que nos recuerdan personas o situaciones, estas son las mías *suspiro*:



The Scientist - Coldplay: Mi abuela paterna era de esas que te daban billetes de mil a escondidas, siempre te ofrecía el mejor almuerzo que un niño podría querer (whatever + huevo frito) y nunca obviaba pequeños detalles (como la primera vez que usé una cartera a los 12 años). Era la mejor. Murió en Febrero de 2006.


Shady Lane - Pavement: Conversaciones a las 2 am por messenger. Caminatas por Irrarázabal. Tocatas, viajes a Valpo y tomateras jóvenes. Recuerdo guitarreos en la Universidad y bailes familiares. Fue mi primera relación importante y la cuidé mucho. Sin embargo, más de un año de amor y complicidad que quedaron ahí, en el pasado. Al menos él obtuvo su Shady Lane, y yo pude decir que amé por primera vez.


No One's Gonna Love You - Band of Horses: Cuando viví en Estados Unidos conocí mucha gente increíble, particularmente un gringo muy extraño, pero especial. Adicto a la marihuana, el carrete, andar en polera en la nieve y hablar Español con acento Mexicano. Al volver a Chile lo primero que vi en mi Facebook fue su nombre posteandome este video. Denver fue un bonito lugar.


Don't Look Back In Anger -Oasis: La primera vez que vi a Oasis en vivo el 2006 casi me morí de la impresión. Fue uno de los muchos momentos que viví con mi mejor amiga de nueve años. Hoy, por ciertas razones, no tenemos relación alguna, pero los recuerdos no desaparecen. Eramos jóvenes y nadie nos detenía. Madurar sucks.

A Day in the Life - The Beatles: en Mayo de 2011 con mi amiga Marcela vimos a Paul McCartney en vivo. Debo decir que fue uno de los mejores momentos de mi vida, y no sólo por ver a un Beatle, sino por compartir esa experiencia con una tipa tan nerd como es la Marce. Hay gente que encuentra compatibilidad en su pareja, su mascota, su familia. Yo la encontré en la amiga más linda e idiota que pude conocer. Soy la más afortunada.


Wish You Were Here - Pink Floyd: Crecí escuchando esta canción sola, sabiendo que mi hermano estaba en otro lugar. Por cosas de la vida no nos pudimos criar juntos y por mucho tiempo odié la sensación de parecer hija única. Gracias a Zeus hoy somos más unidos que nunca. No nos llamamos todos los días, ni nos vemos siempre, pero es el tipo de relación que te da la libertad de enviarle el mensaje más estúpido por WhatsApp con un mensaje que sólo él entenderá.

Made of Stone - The Stone Roses: a mis 15 años me envolví en la vida virtual de los foros y fotolog. Siendo muy busquilla encontré sitios donde mucha gente compartía mis gustos -más que nada musicales-, y conocí un grupo de chicas Argentinas muy parecidas a mi. Con tres de ellas empecé una amistad a través de cartas escritas a puño y letra que mes a mes llegaban a mi escritorio. Nueve años después ya no nos enviamos cartas -gracias a Facebook-, pero sin dudas compartimos una amistad tremenda. No las conozco en persona, pero sé que cuando visite Buenos Aires algún día sus caras llenas de risa será lo primero que me recibirá.

Just Breathe - Pearl Jam: Me han roto el corazón muchas veces, pero no recuerdo haberlo pasado tan mal como lo hice con el dueño de esta canción. Sin embargo, y a pesar de todos esos malos momentos, él me hizo muy feliz y me entregó varios de los momentos más lindos que he vivido en mis 23 primaveras. Yo lo creía el amor de mi vida, y por esa razón no puedo escuchar esta canción sin llorar. Y es que a pesar de todo, gracias a él crecí mucho como mujer y estoy orgullosa de haber hecho todo lo posible por hacerlo feliz. A veces hay parejas que funcionan mejor a la distancia. "Did I say that I need you? Did I say that I want you?..." I sure did.



Cada una de estas canciones están presentes en el playlist de mi reproductor, pero no las escucho. Al momento en que aparecen gracias al shuffle, las salto. Supongo que al sentirlas conmigo, aunque no las escuche, es una forma de saber que esos recuerdos también están. 


miércoles, 24 de julio de 2013

No sé si efectivamente lo dijo Shakespeare, pero WORD, YOLO y todas esas volás.




PS: Oh Dios, me convertí en un tuit de autoayuda de Jodorowsky.

Crap.


Paseo por el News Feed de Facebook, veo esta imagen, me detengo, la leo y pienso... no es verdad. No totalmente, al menos. Un ejemplo: yo me considero una persona buena, pero de esas tan buenas que llegan a ser tontas. Y no es que sea así esperando que se me devuelva, porque generalmente son actos random que simplemente ocurren. La cosa va por otro lado, ¿Qué pasa cuando haces algo por alguien especial, esperando una pequeña señal de aprecio? Quizás ese es el error número uno. 

Como seres humanos, siempre vivimos esperando. Esperamos que el tiempo pase, esperamos encontrar la felicidad, esperamos que la suerte llegue, y también esperamos gestos. Pero hay que reconocer que no somos todos iguales. No todos van a reaccionar como uno esperaría. O como uno reaccionaría. Es una idea que debemos asimilar antes de decepcionarnos la próxima vez. 

A veces nos sentimos defraudados por pequeñas cosas; un llamado que no llega, una visita que no se concreta, un plan que nunca pudo ser. Y eso que eso se debe meramente a una cosa: vivimos del pasado. De tiempos mejores. De recuerdos. Pero let's face it, no sería mejor vivir con la cara hacia el futuro, emocionados por lo que va a pasar? El futuro lo podemos moldear de tal manera para no sentirnos nuevamente desilusionados. Porque uno crece y aprende de las caídas, así como también se aprende que la gente no es del todo mala, sólo somos distintos.

sábado, 29 de junio de 2013

Desde pequeña siempre me gustó mucho escribir. Y si, debo reconocerlo, Periodismo fue una de mis opciones al momento de postular a la Universidad. Pero vamos, todos somos periodistas, todos escribimos, todos leemos, todos somos "expertos" en algo. Pero es justamente eso lo que me empelota a veces. Una cosa es tener opiniones, pero otra es informarse, construir una idea, debatir, ser tolerante, barajar posibilidades y luego de todo eso disparar. La gente que tiene una opinión para todo no me simpatiza.

Siempre he pensado lo mismo, y no de manera despectiva. Por ejemplo a mi me encanta opinar de las cosas que sé: bandas que conozco, películas que he visto, libros que he leído, etc. Uno sigue una línea en la vida y se va informando respecto a ello. Pero, hoy por hoy, las redes sociales (y en especial Twitter) se han convertido en una plataforma de opinólogos fáciles. Un diario en la mano, revista en la otra, un ojo en el televisor y el otro en la pantalla del computador. Listo, retuitee mi opinión. 

La vida se ha hecho tan simple que ya nadie se molesta en ver más allá. En LEER. En negrita y cursiva. Tu videojuego es malo porque me demoré tres días en terminarlo. Allamand no puede ganar las elecciones porque su franja fue la peor de todas. No soy homofóbica, pero porfa hay dos hombres a mi lado y ojalá dejaran de darse besos. Patético.

La gente es avara y quiere tenerlo todo, menos el conocimiento para ser catalogado como gente en si. Como persona. Ciudadano. Ser humano. Y así poder construir comunicación. Debate. Tolerancia. Una torre de dimes y diretes que no son más que ganancias para nuestro intelecto.

Y no es necesario que mate árboles o gaste su dinero en papel, porque si está leyendo ésto, entonces también puede leer el diario online :) 

miércoles, 5 de junio de 2013

Libertad

Dicen que la libertad es el mejor regalo que te da la vida. El libre albedrío, la voluntad de hacer lo que quieras y cuando quieras, el tomar tus propias decisiones... Nunca estuve demasiado acostumbrada a esa libertad. Tristemente, y durante toda mi vida, he aprendido a depender de la gente y de situaciones que no me sacan de mi zona de confort. Esto es 100% culpa mía; mi crianza, mi familia, la protección de los cercanos y mi miedo a alejarme. Cuando viajé a Estados Unidos me sentí un poco más libre, era dueña de mi tiempo, de mi plata, de mis relaciones y mis amistades. Mientras trabajara y me ganara la plata, podía hacer lo que quisiera. Hasta el día de hoy siento que parte de esa libertad siempre me acompaña. No tengo que rendir muchas cuentas en mi casa, mientras responda en la universidad poco y nada me pueden decir.

Hace unos días me regalaste libertad. Me dejaste ir. Me libraste de un suplicio del cual yo no podía arrancar. Leo mis posts anteriores (editado: los borré) y me doy pena por haber vivido una relación así, donde ninguno de los dos era feliz, donde el amor se murió y nadie fue capaz de decirlo en voz alta. Me regalaste libertad para volver a mi vida, para aprender a quererme y valorarme, para reconciliarme con amigos y pasatiempos. Me diste la oportunidad de volver a ser la persona feliz que siempre he sido.

Por supuesto que no siempre lo veo así. Durante el día pequeños destellos de luz y pensamientos positivos pasan por mi mente, del tipo "voy a ser feliz pronto" y me siento bien porque es cierto y es obvio. Pero la verdad es que siento que con la libertad que me regalaste también te llevaste una parte de mi. La gente no entiende que estar con una persona por cuatro meses o seis años no difiere mucho en cuanto a sentimientos. La gente no entiende la pena que siento. Tus amigos te dicen que estás bien, que no es para tanto, que eres buena y linda, que mereces más. Pero al final del día, en mi cama, sola, llorando, no entendiendo qué salió mal y esperando una llamada que jamás llegará, me pregunto si es tan así. Los amigos dan todo el amor del mundo, pero no son objetivos. Siempre van a decir que la otra persona fue la maricona que jugó contigo. Pero es que nadie entiende nada.

La libertad que me diste me está llevando a hacer planes. A salir con amigos que no veía desde hace tiempo, a planear viajes y fiestas, a querer volver a tatuarme, a querer verme más linda para el resto, pero por sobre todo me lleva a entender que la vida sigue. Que viví esto hace años y volveré a vivirlo. Que nada es tan grave. Que soy fuerte. Y que te fuiste, que quizás no quisiste ser tan cruel, pero te fuiste, y esa es la conclusión final.

En mi libertad momentánea me siento triste, pero dispuesta a volver a sonreír. A recuperar mi esencia de persona agradecida de la vida, de despertar sabiendo que será un buen día, de hacer sentir bien al resto, de querer a mis amigos y acercarme a mi familia. Quiero volver a ser la de antes, esa mujer llena de vida que nunca se daba por vencida, que daría la vida por la gente que quiere, que tiene planes para su futuro, que quiere viajar por el mundo y conocer todos esos lugares de los que hablamos alguna vez.

Desde mi libertad personal te doy las gracias por dejarme ir, tal vez no fue la forma, pero lo hiciste. Yo no podría, nunca me atreví. Mataste el amor, pero también acabaste con el sufrimiento, y diste paso a otro tipo de dolor mucho más solvente y sostenible. El resto es cosa mía, puedo aprender a vivir así o puedo elegir ser feliz. Puedo elegir ser libre de verdad. Libre.

lunes, 7 de enero de 2013

UP

I'm amazed by how crazy life can get from one day to the next. One should never take time for granted, because it's incredible how it can work on your favor. I was feeling pretty gutted since I thought this year had started in a quite boring way, but I sort of regret ever thinking that. 

I'm always giving advice to my friends and family about what they should do with their lives, but guess it's about time for me to start taking my own advice for a change. That is to be happy, to embrace my freedom and, most importantly, to never expect anything from anyone, just -cliché as it sounds- carpe diem. 

To live my life following those steps has never really worked for me, but maybe this year is going to be different. I mean I really, really want it to be. And to rush things a bit I ocasionally like to make the first move on things, for instance  raising my hand if a teacher is asking for an opinion, make a toast at a family dinner, holding a guy's hand if he's feeling shy, etc. Not that I own the bravest personality, but it helps if you dare every once in a while. 

I don't feel that with age comes maturity. I'm 23 years old, but in my mind -and in my heart- I feel like I'm eighteen and a half. Just a regular girl screwing up every now and then, smiling all the time, feeling sad in my lonely moments, and always putting the rest of the people before myself. About that last comment... love it. I adore making people happy with my actions. Since I'm not the most creative or emotional person I feel like everything counts when it comes to my personal relations. Guess it has to do with being accepted and just being liked by everyone. I'm not sure if that is good or bad but hey, it definitely feels right. 

Also, I'm never lucky when it comes to men. Yes, they always say I'm pretty and exotic and nice and incredible, so how come my boyfriends always suck? I'm starting to think it's related to having a bit of an obssesion with lads who happen to stink. They all do. Didn't think I had a type, but it sure follows a pattern: always a few years older, musician (guitar freak), liked by everyone, great family background, but awful trusting issues. Or maybe I have issues, like s&m issues. Why one would keep choosing the same psycho bastard type of guy? But I'm pursuing redemption. Changing my style. Opening my mind. Seeing through people. And I think I'm finally on my way to actually be happy. Don't ask yet, it's pretty soon to tell, but let's just state this: I am happy. That is all that matters and whatever happens in the future I shall be proud of myself for being this brave. 

And with that said I encourage you to follow your dreams and shit, it feels soooo good it's mental. 

martes, 1 de enero de 2013

New year, same shite.

A new year has begun. And though my OCD syndrome is kicking in (2013 is an odd number. I hate odd numbers), I want to believe it's going to be a top year. I'm trying not be get too excited about it though, because I tend to expect a lot from things/people and then I end up totally gutted that things never go my way. 

SO. 2013. RESOLUTIONS. My year is not supposed to be a lot different than the past ones since I'm still at Uni, but let's just think it's going to be massive. I'm a senior now (not sure if it's a good thing) so I expect to party, A lot. And a tiny bit of study sessions just for the sake of it. 

Now, besides school, what I'd really want is to meet new people. I LOVE meeting new, exciting people. I adore my friends and all, but it's always refreshing to update your contact list. This helps you to step out of the usual routine for a moment, and that is something you should always be grateful for. 

And now about my currently love status... there's actually none. Not that I am complaining, but it's actually funny how I suck at relationships. I believe I scare men with my oddness. If I happen to find an awesome guy who is willing to be weird with me then it's going to be an ace year! But if not, it's going to be amazing anyway. I'm a veeery independent person on that matter so to hell with it.

Finally, I'm saving all I can so that I'm able to go to the UK this time next year. Cross your fingers. If that doesn't occur then I might aswell kill myself, but I'll let you know first.

x