jueves, 26 de enero de 2012

A punto de tirar la esponja y empezar a hacer lo que debí/quise hacer desde que llegué a este lugar. Park City tiene mucho que ofrecer: parranda, alcohol, drogas, irresponsabilidad y buena onda. También hay trabajo, digo, dependemos del dinero, obvio, pero bah, basta de malas caras. La hermandad entre Chilenos, Peruanos, Argentinos, Paraguayos y Gringos es tremenda, cresta que lo paso bien con todos. El Sundance Film Festival le da vida a este pueblo y da gusto caminar por Main Street entre cámaras, limusinas y estrellas del cine. También me arriesgué y durante 5 días trabajé hasta las 2 am para darle vida al evento más especial de la semana: Chefdance. Cada noche un chef distinto presentaba un exquisito menú próximo a ser digerido por autoridades, famosos y colados. Y uno, claro, trabajando, probando cocktails entre plato y plato y haciendo amistades en la barra para ganarse shots gratis, tremendo. Aparte hice más plata que nunca, masnáh. Ahora volvimos a la rutina de trabajar en el resort y caerse esquiando, pero pico, ahora se viene bueno. Desde hoy quedan oficialmente dos meses para volver a Chile, HAY QUE PURO DEJAR LA CAGÁ!

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