sábado, 3 de agosto de 2013

"Sabes lo que te hará bien? Ve esta serie"

Cuando uno se enfrenta a ciertos tropiezos en la vida, generalmente se trata de buscar algo que ayude a sobrellevar la situación. Algunos empiezan a tomar más de la cuenta y otros se buscan un hobby. Yo veo series. Si, series, porque qué más gratificante que envolverte en las vidas ficticias de personajes que amarías conocer en la vida real. Y cuando una serie te envuelve de verdad, se nota; horas viendo un capítulo tras otro, esperar sagradamente el episodio semanal, y amenazar con pena de muerte virtual a quién se atreva a spoilear en tu presencia. 

Hace dos años sufrí un quiebre amoroso muy serio. Lo pasé horrible, pero dentro de ese 'luto', alguien me dijo "ve esta serie, te hará bien". Ingenuamente pensé que se trataba de una comedia tipo Friends (que me encanta) o algo policial del tipo CSI. Pero no, era American Horror Story, una serie de terror y suspenso, dirigida -curiosamente- por Ryan Murphy (creador de Glee). Y me encantó. 


Encontrar ese tipo de series donde realmente no te identificas con nadie, pero a la vez sientes que los conoces a todos no es fácil. El suspenso de no saber lo que va a pasar, cuando finalmente ocurre lo peor que pudiste imaginar. Y fue así como seguí semana a semana cada episodio, hasta que se acabó. Posteriormente fue un año lleno de vacíos (no shit). Esperar a la segunda temporada fue terrible y excitante a la vez. Y así llegó el año 2012 y me devoré los capítulos. Lo que más rescaté fue que eran los mismos personajes dentro de una historia completamente nueva, y estaba tan bien hecha que jamás se cruzó por la cabeza un comentario del tipo "Pucha, me gusta como hace de monja, pero en la temporada anterior le salía mejor el personaje de nana". JAMÁS. Then again, la temporada volvió a agotarse y aquí estoy, esperando otro año entero para la tercera entrega que, nuevamente, es totalmente diferente a las anteriores.



Ahora, Breaking Bad. Esto deberé comenzarlo con un gran ASKDAFLKFASDJADKAJHD. Porque si, comencé a verla hace pocos días. Y es que no sé cómo pude vivir cinco años sin darme el LUJO de ver esta maravilla. Bueno, hace poco me rompieron el corazón otra vez. La historia de mi vida PERO que finalmente me hace encontrar estos tesoros. No me arrepiento un minuto de haber pasado por todo eso si me iba a llevar al encuentro con Walter White. Estoy TAN atrapada en la historia que me devoré las dos primeras temporadas en dos días. Me quedan dos más, y luego la primera mitad de la quinta, que está dividida en dos. Mi meta es hacerlo todo antes del 11 de Agosto y así estar al día cuando empiece la segunda mitad de la ÚLTIMA temporada :( Así es la cosa, la empecé a ver recién y ya se acaba. Oh well, my fault.

Bottom line de este mini post is, hay pocas cosas en la vida tan saludables y enriquecedoras como es enfocarte en una serie, y vivir tu vida a través de ella. Porque es más que un hobby o un capricho. Es como una droga, pero de esas buenas, esas que te hacen conocer gente que también la siga, y que te dan motivos para sobrevivir la semana porque sabes que pronto llegará el día del episodio nuevo. No voy a recomendar esta serie porque TODO el mundo la ha visto, no culpo a nadie por mi severo caso de lag.

Also, un gif de Friends porque FRIENDS.


2 comentarios:

  1. Las series son la mejor terapia! Empecé a ver Breaking Bad el año pasado cuando andaba medio mal y fue increíble cómo ayudó, a pesar de que la serie tiene más dramas que uno jaja, pero es una de las mejores del mundo <3

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    1. Es verdad! Es tan buena que no me angustia que el pobre Walt se hunda más en el hoyo jaja :D

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