jueves, 27 de septiembre de 2012

Better off

La intuición femenina es cuática. Uno trata de ignorarla y seguir la vida, pero siempre está ahí. Está cuando te despiertas con el corazón apretado, cuando revisas el teléfono cada cinco minutos y no hay nada nuevo, cuando esperas un llamado que no llega, cuando pides consejos y todos te dicen "no te pasís rollos", etc. Queda claro que soy la experta en pasarse películas sin necesidad. Me angustio y me echo a morir. Pero claro que tengo mis razones. Porque, de nuevo, la intuición femenina nunca falla. Qué saco con engañarme si todos sabemos lo que pasa. Algo en nuestras mente hace que siempre tengamos un plan B, una excusa que justifique el actuar del resto cosa de no salir lastimados. Pero eso nunca sucede. Uno siempre sale lastimado, y siempre pasa cuando menos lo necesita. Yo no necesitaba ésto. Yo estaba bien, con planes, haciendo lo que tenía que hacer. Pero cambié mis planes, cambie mis estrategias, ELEGÍ entre dos y me quedé sin pan ni pedazo. La intuición femenina es cuática, y también es cuático como en cinco días cambió todo. No sé en qué estoy, pero, por lo pronto, planeo estar bien.

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